Por: Rony Vásquez Guevara
(Director de Plesiosaurio – Primera revista de ficción breve peruana)
(Director de Plesiosaurio – Primera revista de ficción breve peruana)
No cabe duda que la minificción en la narrativa peruana se consolida –paulatinamente- como un nuevo género literario. Si solamente nos enfocamos en la narrativa trujillana actual, entre los libros más destacados, encontramos Microacertijos Literarios (2009) de Ricardo Calderón Inca, Otoños de bolsillo (2011) de Alberto Zelada García, y Mishky Stories (2011) de Gonzalo Del Rosario.
Este último libro constituye la más reciente publicación de minificciones en la narrativa del norte peruano y marca un período importantísimo en la narrativa del escritor Gonzalo Del Rosario, quien en el 2008 debutó con su libro Cuentos pa’ Kemarse y en el 2010 confirmó su obrar narrativo con Losocialystones.
Para alegría de todos los amantes de la brevedad, el año 2011 se cerró con la publicación de Mishky Stories, libro en el cual Gonzalo Del Rosario demuestra su destreza con la narrativa breve y pone en juego su más fino humor.
Este libro de 23 minificciones se encuentra construido desde la perspectiva de la narrativa posmoderna (pues tiene una fuerte presencia de la minificción) y de la narrativa vanguardista (pues se permite el juego del texto con el soporte material). Una muestra de estos últimos son aquel televisor que dice en su pantalla “Luego de ver el video, se quitó la vida.”, “Rompimiento” y “Adulto”; pues los demás textos son una muestra clara y sincera de su apuesta por la minificción.
En estas “Historias dulces” se alude ininterrumpidamente a la mujer, entendida desde diferentes perspectivas tratando de inmiscuirse y compartir su vida en la sociedad: un constante aprendizaje de la vida desde la óptica femenina.
Así tenemos textos como “Globo” en el cual la protagonista infante descubre el verdadero rostro de la sociedad valiéndose de una metáfora encarnada en la imagen del globo. En “Loro” observamos cómo los mass media pueden influir en la vida y personalidad de la protagonista. En “Fea” se percibe la formación de los sentimientos desde la perspectiva del Otro lacaniano. En “Sobrina” la formación del deseo sexual a través de la imaginación encarna las sensaciones que el narrador omnisciente presenta al lector.
Asimismo, en textos como “Lavadora” y “Gasolina”, Gonzalo Del Rosario hace uso de las palabras en su mayor posibilidad semántica trastocando el universo narrativo de una manera impecable y digna de las mejores minificciones de la narrativa peruana. Asimismo, debemos resaltar que “Engrapador” hace muestra del mejor humor negro; sin embargo, considero que “Lavatorio” es el texto más logrado de este conjunto de minificciones, digno de ser antologado inclusive en un libro de filosofía, pues nos acerca a las diversas perspectiva de la vida.
Finalmente, Mishky Stories se constituye como un libro de lectura obligatoria e indispensable para todo aquello que desee incursionar en la minificción y, más aún, para quien desee conocer la vida por primera vez.