miércoles, junio 20, 2007

MANIKÍ SILENTE

No te preocupes por mi caracol como que ya se reprodujeron hierba.

Y hace tanto frío que el sol se ha convertido en un carboncillo mimado y hay tanta pero tanta eskandalosa manguera roja en mi morada que no puedo escalar en la azotea de tu cuerpo sin sonreír de cerco en cerco.

Gato, gato, gato . . . la puerta colorida de tu casona humeante sonríe en mi miseria.

Prefiero hablar con un maniquí a ver tu extinguida foto, porque las letras instantáneas y las luces copulares ocultan con mis manos a 3 soles fluorescentes sobre mi cama.

La otra vez te vi, eras una silueta del otoño en su nebulosa y mis llaves de óleo puntual iban acompañando a mis latas dilatadas hasta en un 67%.

Juventudes de vejez en la adolescencia del mármol labrados con tus pechos, me sonríen; mas tu nariz me opaca, todo tu cuerpo acoplado a mi estación ocular sin vagones, ni andenes sobre el nivel del mar.

Ahora, estoy más loco del día en que nos conocimos en el volador, gélido y alto como para un desmayo, casi a finales.

Aunque ya debes saber o intuir que soy un drogadicto, me encanta lanzar hasta constituirte de palabras extrañas, inspiradas en bellezas muy aledañas al más asombroso escombro de nuestras baladas.

Pero aún así, detesto el olvido para con cualquiera, no sin abrazándote con la consigna de si no dormirse jamás o esperar, de nada

. . . la esclavitud adelantó mi partida, postergando años de infinita astucia e inimaginable orfandad . . .




Si este silencio te disgusta, te lo dejo.

No mires todo lo que pasaremos, siente lo que aún no hicimos en un laberinto anónimo e indescriptible

Puedes tomar mis cabellos, devolvérmelos ayer, porque el ayer aún está con vida, tiene una vida tan propia y cambiante.

Yo no toco puertas, escribo en ellas.

Visita mi hombro cuando lo desees, yo sentiré tu piel panca como la linterna, ya que las gracias no visitan las cuevas y los funerales sólo ven el júbilo del monstradoor.

Te ofrezco mis ojos cubiertos, así comerás tranquila

Quizás sólo desee estar solo, por eso tengo tanta gente pegada en mi cuarto.

Así tú decidas volver a envolver y devolver todo aquello que nunca tuve el valer da decír: te-lo.

Ayúdame

Ayúdame a descongelamarte manikí silente




Manikí silente . . .



Dime . . .

lunes, junio 11, 2007

LA ISLA
Hasta que al fin el sueño se había cumplido: Se encontraba varado en una isla paradisíaca con las dos flacas a las cuales siempre imaginaba comiéndoselas mientras se masturbaba cada noche.

Dolly y Pretty no se conocían entre sí, mas Sergio fan de ambas, quienes no hacían nada más que ser hermosas, desde antes de salvarles la vida, ni siquiera se tomó la molestia de presentarlas. Acababa de protegerlas de una muerte inminente, de quedarse perdidas y ahogarse en el Pacífico o ser comidas por los tiburones que rondaban aquellas aguas.

Las subió a su balsa inflable, las amarró como sea y tan pronto acabó la tormenta, o por lo menos sintió que la mar les había devuelto a tierra firme, se dispuso a despertarlas.

Como no reaccionaban, Sergio pensó lo peor, sin embargo al escucharlas toser hasta vomitar una fusión de agua, saliva y fétidos jugos gástricos, se dio cuenta que aún se podía ilusionar.

La primera en resucitar fue Dolly, una bella adolescente de unos 16 años, flaca, cabello lacio y castaño claro, además de unos ojos brillantes como su sonrisa, hermosa por donde se le viera. Al cabo de un rato, Pretty reaccionó de su sueño circunstancial; otra niña pero esta vez de 15, flaca, relativamente alta, cabello negro y con ligeros rasgos orientales.

-¿Dónde estamos?- esa pregunta ni siquiera yo podría responderla -no lo sé-, -¿vendrán a buscarnos?-, -si hacemos una gran fogata, puede ser-, -tengo mucha sed-, -toma, bebe-, -¿quién eres?-, -soy un pata que así como ustedes se encuentra recontra perdido en esta isla-, -¿desde hace mucho?-, -venía con ustedes-, -ah, disculpa-, -¿nos salvaste?-, -no, sólo hice lo que mi corazón me dictó-, -qué tierno, y nos salvaste-, -yo no soy salvador de nadie, solo las ayudé y bueno, creo que no sirvió de nada, porque igual estamos varados en esta isla-, -no, pero oye gracias-, -sí, muchas gracias-, -miren, si logramos sobrevivir para salir de acá, allí recién agradézcanme, ahora descansen mientras voy a investigar por las zonas aledañas-, -no, no te vayas-, -no te vayas por favor-, -pero, es que voy a ver si podemos conseguir algo más que cocos para la cena-

Sergio habría muerto si aquel notevayas se lo hubieran dicho en otras latitudes -seguro que todavía no termina de salirse el agua salada de sus orejas y por eso están todas desorbitadas, no saben lo que dicen, mierda no puedo ni cuidarme a mí y . . . ¿hasta cuándo durará esta pantalla de líder de inteligencia emocional? Otra vez estoy hablando solo- Sergio no sabía por qué se las estaba dando de marido con ese par de adolescentes que en el área continental no le habrían hecho el mínimo caso.

La isla era todo un sueño hecho realidad, muy similar a aquellas que las películas reproducen: la playa poseía una arena blanca y suave que llamaba al sosiego, sus aguas transparentes permitían observar toda la flora y fauna del arrecife; adentrándose, la frondosa vegetación y las aves matizaban el ambiente con sus vivos colores. No podía faltar la cascada que desembocaba en una laguna cristalina y ésta, en un río no muy caudaloso con agua apta para tomar, y otros placeres . . . Frutas en abundancia, y cocos también, era un paraíso terrenal, ahora solo necesitaría carne de lo que fuese para no alocarse demasiado.

Cuando regresó, tanto Dolly como Pretty continuaban en el mismo sitio esperándolo y conversando, un poco más tranquilas. Sergio se había quitado el polo para usarlo a manera de bolsa por la gran cantidad de frutas que les había traído -hay un montón no muy lejos de aquí, por lo menos no tendremos sed-, -gracias-, -sí, gracias-, -no se preocupen, no es nada, ahora tengo que buscar más ramas secas, por la noche debemos intentar cubrirnos porque sino-, -pero si hace calor-, -¿a cuánto estaremos?-, -a unos treinta y ocho, no sé, pero puede que de noche baje-

Sergio pasó la tarde entera construyendo (intentando) un refugio digno para aquel par de bellezas de Ripley Joven y Eisha, mientras sus nínfulas jugaban y se vacilaban en la orilla –¡Ven a jugar!-, ¡Sí, acompáñanos!- Sergio hacía lo imposible para ocultar sus erecciones.

Al rato, se quedó estático, dejó por un momento de juntar y acomodar ramas secas, cuando tanto Dolly como Pretty se quitaron sus polos, luego consiguió apreciar sus hermosos senos de niñas-agrandadas ricas, más aun cuando ambas le sonrieron y le hicieron unos gestos para que se acercara a zambullir un rato, sin embargo prosiguió en su afán por construir una humilde casita, no sin antes apreciar las bellas curvas que describían las caderas y la perfecta parte trasera de sus musas, solo cubiertas hipócritamente por unas tangas de colores pasteles, propicias para la torta.

Estando próximo a ocultarse el sol, Sergio prendió la fogata, de algo le habían servido todos sus sábados de webin’ como lobato, boy-scout y rover. Puso a cocinar unas aves que había cazado entre el término de su faena de Bob y la recolección de ramas secas -eres muy bueno con nosotras-, -nos has salvado la vida-, -y nosotras la hemos pasado de lo lindo-, -sin ayudarte en nada de nada-, -¿no te molesta?-, -eso no es problema, si las salvé era para que disfrutaran de la vida ¿no?- y sonrieron -aparte son unas niñas muy hermosas como para morir, y eso no lo voy a permitir- los tres se ruborizaron.

Llegada la noche, se echaron en la arena bajo el refugio. El tiempo era próspero en esa isla de ensueño. El mar se había calentado tanto que emanaba unos vapores que hacían sudar a los tres nuevos inquilinos.

Conforme fue penetrando la noche, la temperatura también iba descendiendo (aunque no llegó a sentirse frío). Se acercaron instintivamente, el uno con las otras y viceversa, es por ello que al voltearse Pretty para acomodarse, rozó por casualidad el pantalón de Sergio donde se erguía su miembro erecto, con la salvedad que éste no sintió nada porque dormía plácidamente, no obstante aquel hecho, sumado a la tibieza del clima nocturno, auspició una noche contacto total por parte del trío.

Sergio se despertó de golpe sintiéndose manoseado hasta el ultraje, las dos muchachas le habían desnudado, como ya lo estaban ellas, y habían acomodado sus ropas como almohadas; mientras Dolly le besaba y lamía, Pretty se disponía a sentarse sobre su boca para estimularse, su lengua reaccionó al instante.

Las niñas reían, Sergio no lo podía creer. Se turnaron la cabalgata y no dudaron gemir exageradamente para provocar a su único semental, al tiempo en que éste les acariciaba y besaba por todas partes como solo en sueños y fantasías de clase aburrida lo había hecho. Ellas apuraban el ritmo, casi saltaban y caían con furia, ayudadas por sus manos que las masajeaban, al tiempo que besaba, lamía y mordía sus senos. Sergio gemía, Sergio gozaba, Sergio aguantaba reciamente la venida hasta que ya no pudiese más (y no solo él) para soltar sin roche aquel demonio encadenado por años de opresión manual.

Así se sucedieron noche tras noche, madrugada tras madrugada, mañana tras mañana, día tras día, tarde tras tarde. Ya no podían calcular el tiempo, a veces no sabían ni en dónde estaban (eso jamás lograrían saberlo), y su único medio de escape consistía en dormir plácidamente luego de ardientes jornadas de sexo, las cuales fueron creciendo en situaciones tan bizarras como ni en las más pornos se habían visto jamás.

Todo iba correctamente, si no estaban durmiendo, se relajaban en unas fuentes de aguas termales situadas un poco más lejos del refugio, pasando la cascada y el río, que Sergio había descubierto por casualidad; sino nadaban en el río y practicaban clavados desde la cascada. La vida estaba hecha para disfrutarla, los tres lo sabían y respetaban tal postulado. Si tenían hambre o sed, la cena siempre estaba servida, bastaba con asomarse a cualquier árbol.

Los problemas empezaron cuando lo poco de papel higiénico que Sergio llevaba en su bolsillo, se terminó -¿y ahora qué hacemos?-, -bueno, no vayan a cometer la insensatez de limpiarse con cualquier hoja que encuentren por ahí, vayan y lávense en el río, pero no para nuestro lado, sino para la parte que va a la mar-

A los días de esto, sintieron que era sumamente asqueroso no tener jabón ni para lavarse las manos. Sus cabellos estaban resecos, maltratados por el sol y llenos de tierra; sus axilas no podían soportar el inclemente calor y sus uñas se estaban convirtiendo en unas garras cada vez más largas, negras y dolorosas, sin mencionar los pelos en todo el cuerpo.

Después, Dolly amaneció sangrando. Al despertarse, su pantalón estaba manchado en la entre-pierna. Y así como si fuese una epidemia Pretty también reinició su ciclo menstrual. Le daba pena verlas en aquella situación, porque sabía que en la isla no podrían meter cincuenta céntimos en una máquina y sacar una toalla higiénica.

Esto suponía que ambas estuviesen de un humor endemoniado, puesto que hubo días en los cuales los cólicos no las dejaban descansar, aparte de tener las piernas irritadas de tanta sangre coagulada. En un comienzo, las observaba con miedo y vergüenza, pero después, seguía aguantándose las ganas, hasta que recordó que podía satisfacerse como en los viejos tiempos.

Por otro lado, Sergio estaba cada día más loco porque como ya se conocía el cuerpo de ambas de izquierda a derecha y de arriba a abajo, ya no le llamaba la atención mantener relaciones todo el día con el mismo par de seres humanos. Una vez obtenido su deseo, no sabía qué más hacer con ellas, y rápidamente se aburría.

Aun así, cuando les entraba la excitación, los 3 armaban sus clásicas orgías con introducción de cualquier tipo, y es que cuando no hay televisión, no queda otra cosa que copular hasta el hartazgo, eso también lo sabían muy bien los tres, sin embargo temían que algún avezado espermatozoide fecundara sus jóvenes óvulos y malograran la fiesta colando otro intruso en su paraíso privado, ya que no tenían condones, perdían la cuenta fácilmente y contra todo pronóstico a las dos les fascinaba que Sergio se viniese dentro, tanto como a él. Era una manera de comprobar si en realidad éstas le estimulaban tanto como él les gritaba mientras las penetraba.

Y como no solo de sexo puede vivir el hombre, la mujer tampoco, para un melómano como Sergio los días que transcurrían sin una radio le cagaban la paciencia, Dolly tampoco podía seguir viviendo con esas mismas ropas de mierda, necesitaba ir de shopping; y la sensible piel de Pretty estaba infestada de horribles manchas, ya que sin sus cremas, las reacciones afloraban libremente.

Lo que más le jodía a Sergio era que por esas épocas se estaba jugando el mundial de fútbol y el pobre no tenía televisión, mucho menos una radio para aunque sea imaginar que veía el partido, aparte que necesitaba enterarse de lo que estaba pasando en el mundo, y se enfurecía cada día más al recordar que no vería los desenlaces de sus programas favoritos, y de cómo estaría reventando su e-mail con las cadenas e invitaciones a páginas de fotos que no entendía; lo mismo sucedía con Dolly y Pretty, aunque éstas morían por volver a reventar la tarjeta de crédito de sus padres haciendo shopping durante días enteros y por las noches asistir a sus fiestas exclusivas en Eisha.

El sexo ya no les era tan indispensable, entonces el aburrimiento, la ociosidad y el mal humor se fueron apoderando del trío. Ya no hablaban, mucho menos se saludaban, no les importaba la existencia del otro, ni siquiera la propia; y justo cuando estaban a punto de matarse porque no había nada mejor que hacer, descubrieron en una recolección matutina, un extraño fruto muy parecido a una mandarina, jugoso y excesivamente ácido, que al ingerirlo les relajaba los músculos faciales, luego todas las extremidades . . . caían en la arena y empezaban a cagarse de risa -es como Kany- pero era más fuerte todavía, porque al rato Sergio con el control remoto que tenía en su mano prendió su televisor y puso un partido de cuartos de final del mundial, mientras Dolly frente a un espejo se probaba unos jeans y polos con la marca en ellos y Pretty se metió en una tina de mármol para darse un baño relajante con sales y aceites que iba rociando de unas botellas.

A los tres les gustó tanto esa mandarina que pasaban días enteros embutiéndose cantidades extremas por escapar, por disfrutar, por extasiar. Se habían olvidado hasta de mantener relaciones coitales porque las alucinaciones eran tales que incluso no percibían si las consumaban, ya que por ratos se ponían a gritar desesperadamente (de eso sí se acordaban) y muchas veces Sergio despertaba de tales viajes con su agujereado pantalón lleno de manchas amarillas resecas y al voltear, las apreciaba desnudas y pegadas con medio plátano atracado entre sus piernas.

Bailaban todas las noches alrededor de la fogata. Su existencia se limitaba a adorar aquella mandarina que les transportaba a otros mundos. Podían viajar durante días enteros, dejar de comer, beber, dormir e incluso tirar sin detenerse. Veían televisión, escuchaban música, tocaban guitarra, cantaban, bailaban con orquestas, asistían a conciertos de sus bandas favoritas, conversaban con íconos de la cultura popular y la historia universal. No necesitaban preocuparse por ningún bien material, a veces se cagaban encima o simplemente no se vestían y andaban gritando y convulsionando de placer.

Las bellezas de vitrina que habían sido Dolly y Pretty se habían convertido en un par de chibolas flacuchentas y ojerosas de cabellos resecos y desgreñados que andaban desnudas, y llenas de pelos por cada rincón de su cuerpo (sobre todo en las piernas), exhibiendo su ingle atiborrada de costras y pequeños insectos saltarines que con el correr de las horas se hacían más grandes. Lo mismo sucedía con un barbudo y pelucón Sergio que todo el día comía sus mandarinas, incluyendo pepas y cáscara, para terminar cagando y masturbándose hasta gritar en pleno clímax evacuador-eyaculador mientras se arrastraba desesperadamente entre los excrementos secos o recientes que dejaban por doquier.

A pesar de todo, Sergio todavía estaba enamorado de ambas, y ellas de él, así que de vez en cuando, o por lo menos si se daban cuenta, recordaban sus orgías y tiraban hasta desfallecer adoloridos, ya que el sexo se había vuelto muy doloroso y la comezón, acompañada por el ardor que les invadía, no les dejaba tranquilos ni cuando intentaban copular, y mucho menos miccionar o defecar, así que recurrían a sus mandarinas y tenían uno, dos, tres, cuatro millones de orgasmos seguidos de paz, mucha paz, de esa que sabían jamás volverían a disfrutar.

-¡Capitán! mire lo que hemos encontrado- unos marineros guiaron al capitán del Lovely Rita hacia una caleta a la salida de la tupida vegetación -pobre, debe de haberse vuelto loco de la soledad-, -¿pero tanto como para follar con esos cadáveres?-, -¿cuánto tiempo cree que tendrán de fallecidas?-, -estas niñas han muerto ahogadas, no creo que hayan sobrevivido para llegar a tierra firme-, -seguro que la mar las habrá varado-, -miren, ni siquiera tienen ojos-, -es lo más asqueroso que he visto en mi vida-, -¿y qué hacemos con él, Capitán?-, -déjenlo tranquilo y no lo toquen porque les puede contaminar ¿Qué no ven esas llagas? los mosquitos, sus larvas y el sol, ya se encargarán-, -morirá, está muy deshidratado-, -pero no puedo creer cómo alguien en su sano juicio pudiera haber comido esos frutos venenosos-

Figura del comienzo: "Atardecer" de la pintora trujillana Nocturna

viernes, junio 01, 2007

LOS 40 DEL
SGT PEPPER'S LONELY HEARTS CLUB BAND

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The Beatles, el universo musical contemporáneo no hubiera sido el mismo sin ellos. Hoy se celebran 40 años del álbum que marcó el antes y el después en la música popular contemporánea. El pionero, innovador y experimental: Sgt. Pepper’s lonely hearts club band.

El 1ero de Junio de 1967, The Beatles abrieron la puerta hacia una nueva era, y no sólo en lo musical, sino la imagen de la banda dio un giro alucinante (de manera literal).

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Si el 9 de Febrero de 1964, cuando Los Beatles tocaron por primera vez en el Show de Ed Sullivan, Estados Unidos quedó paralizado, puesto que todos estaban prendidos frente a su televisor (estadísticas posteriores indicarían que durante toda su presentación, no hubieron, robos, asesinatos, violaciones en todo el país) viendo cómo esos 4 muchachos de Liverpool alocaban a la audiencia con sus acordes disonantes y sus (para ese tiempo) cabelleras largas; El 1ero de Junio de 1967, la salida de Sgt Pepper, marcó otro hito en la historia universal de la humanidad. Inició el popular “Verano del amor” y la revolución hippie; aparte de convertirse en el himno y emblema del primer gran festival de rock en Monterrey.

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Al mundo dividido entre el Capitalismo y el Comunismo, La juventud en contra de la guerra de Vietnam, La lucha por los derechos civiles de la gente de color, La liberación femenina (y de los ácidos) fue sumado el fenómeno musical que revolucionó la historia contemporánea: The Beatles; y así como cuando Napoleón invadía y devastaba toda Europa a comienzos del siglo XIX, la gente tenía a Beethoven quien con su música retrataba aquellas trágicas y turbulentas épocas, The Beatles hicieron lo suyo durante la segunda mitad del siglo XX, en la década de los 60, la más “revolucionaria” del siglo pasado.

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Escuchar el Sgt Pepper, de principio a fin, es todo un viaje, una alucinación, un orgasmo femenino. Y a mi parecer el Sgt Pepper’ no es otra cosa que la declaración de independencia de Los Beatles, ellos ya no eran los mismos “Beatles” de hacía 5 años, puesto que se habían unido a la banda del Sargento Pimienta, y es que seguramente en algún momento de sus azarosas vidas se habían preguntado: ¿qué es lo que somos?, ¿Una banda que toca para adolescentes excitadas que no dejan de gritar así desafinemos o toquemos cualquier porquería?, ¿somos músicos de verdad?, ¿cómo vamos a ser vistos en los próximo siglos? O claro, simplemente se metieron un viajezazo con LSD y éste dio como resultado el Sgt Pepper, el caso es que con este trabajo llegaron hasta donde ninguna otra banda se había atrevido: “vender un álbum”, no por promocionar un par de singles más 10 canciones de relleno, sino vender un producto en sí, un “Álbum Concepto”, donde los temas formaran parte de un todo y solamente puede ser comprendido en su totalidad, como las sinfonías clásicas. Por eso se le considera el pionero en cuanto al estilo que patentaría Pink Floyd en la década siguiente.

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Los cambios son denotados desde la carátula, donde el nombre Beatles se encuentra en la parte inferior y está formado por flores rojas las cuales dan la impresión de estar adornando una tumba, claro "The Beatles" habían muerto y eso podían dar fe las estatuas de cera vestidas con el terno y el clásico corte “Beatle” al lado de los “Nuevos Beatles”, vestidos de militares con uniformes de colores y cada uno con un instrumento en la mano, formando parte de la banda del Sargento Pimienta quien hacía 20 años les enseñara a tocar. Ya no eran The Beatles habían pasado a formar el Sgt Pepper’s lonely hearts club band.

Podría decirse que es la portada de un álbum más popular alrededor del mundo y a través de la historia, al igual que la de su Abbey Road de 1969 (populares en cuanto a tributos). Allí estaban Los Beatles vestidos con ropas de colores explosivos y liderando una banda ficticia compuesta por íconos de la cultura pop como los actores: Marlon Brando, Marilyn Monroe, Shirley Temple (3 veces), Mae West, Oliver Hardy (el gordo); músicos como Bob Dylan; deportistas como: Johnny Weissmuller; literatos como Oscar Wilde, George Bernard Shaw, Aldous Huxley, Edgar Allan Poe, William Burroughs, Dylan Thomas, H.G. Wells, Lewis Carroll; el psicoanalista: Carl Gustav Jung; el filósofo Karl Marx; el físico Albert Einstein; también incluyó a figuras históricas como T.E. Lawrence (Lawrence de Arabia) y por supuesto consideraron al primer bajista de The Beatles: Stuart “Stu” Sutcliffe quien dejara la banda y muriera antes de llegar a la fama. Un dato aparte merece la aparición de una “Varga Girl” del artista peruano Alberto Vargas. Todos ellos (y otros más que ni siquiera existen en realidad, como un maniquí o duendes de jardín) formaban parte del Sgt. Pepper’s lonely hearts club band.

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En Perú, Leusemia hizo lo suyo con la portada de sus grandes éxitos; y en el Live Aid del 2005, durante la apertura del Show, en Londres, realizada por Paul Mc Cartney y U2 donde interpretaron el tema Sgt Pepper (para variar) se podía ver en la pantalla gigante una nueva versión de dicha portada con personajes de notable relevancia para la historia actual. Entre los que se encontraban, podemos mencionar a: John Lennon, Zinedine Zidane, Madonna, Nelson Mandela, Karl Marx (otra vez) entre otros.

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Peter Blake, su esposa Jann Haworth y el fotógrafo Michael Cooper, fueron los encargados de diseñar la portada, claro que la idea principal era la de escenificarlos como una banda hippie de parque, de esas que andaban de moda por aquellos días. El problema empezó a la hora de decidir quiénes irían a su lado. George sugirió que estuviesen acompañados por Gurus, John fue más bizarro (como siempre) y quiso colocarlos junto a Jesucristo, Hitler y Gandhi, lamentablemente unas declaraciones suyas y la posterior incineración de sus discos por referirse a que eran más populares que Cristo, hicieron desistir de la idea a los demás. A Ringo le daba igual; entonces Paul sugirió que sería bueno colocar a gente de nombres extraños y que les gustaban como: Aldous Huxley, H. G. Wells, Johnny Weismuller . . . nombres tan o más importantes que ellos.

Sin embargo Brian Epstein, su manager, no estaba de acuerdo con la portada ya que les restaba importancia a los 4; y por otro lado, temía que el uso sin permiso de las imágenes de toda esa constelación fuera contraproducente. Así que designó a su secretaria personal Wendy Hanson, la tarea de comunicarse con todos y cada uno de los personajes retratados e intentar conseguir su autorización, en caso de que estos hayan muerto, pedírsela a sus familiares y herederos.


Si Brian Epstein aceptó es porque no le quedaba otra opción (así no fuesen Los Beatles, porque no lo eran) y con todo lo que ello significaba, EMI les pidió firmar una indemnización en caso de pleitos. Al final lograron conseguir la venia de un poco más de la mitad de los susodichos antes del 1ero de Junio, aunque para ello hayan tenido que enviar una carta firmada por los cuatro pidiendo la aceptación de Mae West quien se negara en primera instancia, alegando: “¿qué tengo que ver yo en una banda de corazones solitarios?”. Otras como Shirley Temple quisieron escuchar antes el disco (qué miedo), con Marlon Brando no hubieron mayores inconvenientes, la idea le pareció estupenda.

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Antes de comenzar con lo musical, debemos entender que había “algo” que impregnó todo el desarrollo del álbum . . . Las drogas. Específicamente la marihuana, a la cual Bob Dylan (Hey Mr. Tambourine Man) les introdujera en 1964, tras su primera llegada a los Estados Unidos (ellos adoraban a Bob). Los mismos ingenieros de sonido Neil Aspinall y Mal Evans eran quienes roleaban los bates durante la grabación, por eso cuando llegaban los ejecutivos de EMI a ver qué tal iba la producción, se encontraban con un estudio que más parecía un incendio y unos Beatles siempre risueños y relajados. Pero eso no fue todo, si hubo una droga que se llevó los laureles de popularidad en la década de los 60 fue el ácido lisérgico, más conocido como LSD. John y George lo probaron durante una cena con su dentista quien les pusiera en la sopa aquel ácido a manera de broma (recontra pesada) y les trastornara la mente durante aquella noche, lo peor de todo fue que ni siquiera supieron qué les estaba pasando. Aun así les gustó y siguieron con su locura hasta dar a luz álbumes como Rubber Soul (1965), Revolver (1966) y el Sgt Pepper, nuestro disco en cuestión.

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Ahora sí, en cuanto a lo musical, debemos recordar que la idea de este proyecto surgió, casi en su totalidad, de Paul McCartney, quien luego de escuchar el Pet Sounds (1966) de los Beach Boys, quedó tan encantado que le entraron unas ganas tremendas de superar al que dijo: "es el mejor álbum de la historia", hasta claro . . . El Sgt Pepper . . . El álbum comienza con los sonidos que emiten los instrumentos al ser afinados antes de un concierto, y el murmullo de la gente impaciente por saber qué iba a suceder, porque el álbum recoge aquel ambiente en vivo de orquesta de cámara donde todos andan callados hasta que termina la obra, allí podemos ver a lo que aspiraban.

Entonces empiezan guitarra, bajo y batería de una manera pesada y la voz rasgada de Paul, presentando a la banda de los corazones solitarios del Sargento Pimienta, esperando que todos se sienten a disfrutar del show, mientras las guitarras distorsionadas van fusionándose con los vientos, la gente no puede quedarse sentada y callada, no son Los Beatles son “Sgt. Pepper’s lonely hearts club band” entiéndalo bien, a pesar de todo, la gente no puede dejar de aplaudir y gritar mientras ellos van interpretando el tema que abre el álbum (concierto) hasta que de pronto, entre más gritos y aplausos, termina la “intro-presentación” y comienza la extraña voz de Ringo acompañada en una tonada muy propia del batero (o sea pueril) llamada “With a little help from my friends” no obstante aquel tema quedaría inmortalizado dos años más tarde (y de manera pesada) como himno del festival por la Paz y el Amor de Woodstock 1969 en la voz de Joe Cocker, como para mostrar la trascendencia de Los Beatles en aquella generación (cómo olvidar la serie “Wonder Years”). La cuestión es que estos dos temas iban conectados por lo cual uno no podía entender dónde terminaba el primero y comenzaba el otro, o si eran una misma canción, no había el vacío entre canción y canción de siempre. Aquel sistema no se volvió a repetir a lo largo del álbum (sólo hasta los temas finales) a pesar de todo, sentó las bases para la posterior revolución de rock progresivo y sinfónico; de allí en adelante, todos querían componer su propio Sgt Pepper.

La siguiente canción se llama “Lucy in the Sky with Diamonds” un muy merecido tributo al LSD (observen las iniciales de la palabras principales) sin embargo John se encargó de desmentir tal alusión diciendo que se había inspirado en un dibujo hecho por su hijo Julian de su amiga Lucy –¿y esto?-, -es mi amiga Lucy, papá-, -¿Lucy?-, -Lucy en el cielo con diamantes-

Como para graficar la trascendencia de este temón, en 1974 el arqueólogo estadounidense Donald Johanson encontró en Addis-Abbeba, Etiopía lo que para ese entonces, era el más antiguo antepasado del género humano, el Australopitecus afarensis, y como “Lucy in the sky with diamonds” estaba sonando en la radio del campo de excavaciones, le pusieron el nombre de “Lucy”, ya que eran los restos de una mujer (recuerden también la película “I am Sam”).

La siguiente canción es: “Getting Better” tema muy divertido, de regreso a sus clásicos juegos de voces. Sin embargo lo que más llama la atención es aquel sonido cuasi desafinado que marca el ritmo junto a la batería. Es un instrumento Hindú llamado Tamboura, al parecer George no sabía tocarlo tan bien, así que se limitó a marcar el ritmo, y como a ellos nos les gustaba tocar “bien” las notas, les pareció excelente, puesto que siempre trataban de tañer de una manera diferente e innovadora cada instrumento.

Un día Paul estaba paseando con su perra Martha (my dear), cuando de pronto salió el sol (en el Reino Unido todos se alegran cuando sale el sol, ya que siempre anda nublado), entonces recordó la frase que Jimmy Nichols (reemplazante de Ringo en una gira por Australia) solía decir: “It’s getting better” (Se está poniendo mejor).

Cuando empezaron a grabarla Paul dijo: “It's getting better all the time” (Esto se está poniendo cada vez mejor) a lo que John aportó: “It couldn't get much worse” (Tampoco podría ir peor) era parte de su ironía, y ello aportó el toque malvado y ambiguo que John aplicaba a todo.

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“Fixing a Hole” es un tema que al comienzo suena a clásico por el clavicordio (nadie sabe quién lo tocó . . .) pero que se va tornando cada vez más psicodélico debido al eco el cual asemeja la voz de Paul dentro de un hoyo (hole). Se decía que Paul se inyectaba heroína, sin embargo él dio una extraña explicación que nos hace dudar de si estaba limpio cuando la compuso, tocó y grabó. Él dijo que estaba reparando el tejado de su casa en Escocia cuando se le ocurrió la frase y que Jesús se le apareció y lo acompañó a los estudios, luego nunca más volvieron a saber de él.

Era una de esas pocas canciones de Paul que gustaban mucho a John porque lo decía todo en doble sentido, como él, y en especial el sentido aquel iba dirigido a la drogas. No intentaba narrar una historia como la gran mayoría de sus temas.

“She’s Leaving home” es una de las canciones más hermosas y perfectas que pudieron haber concebido Los Beatles, los arreglos de cuerdas, así hayan sido muy simples, porque no los compuso George Martin (escuchen la introducción y composición de “Eleanor Rigby” del LP Revolver del año anterior y compárenla con “She’s leaving home”) resultan propicios para crear la atmósfera de duda y nostalgia que irradia su melodía. La lírica cuenta la historia de una adolescente que huyó de su casa con un vendedor de autos, Paul extrajo la idea de un artículo del Daily Mirror. Claro que Melanie (17 en ese entonces), la chica que se va de casa, no huyó por la mañana (Wednesday morning at 5 o’ clock as the days begins), sino en la tarde cuando sus padres no estaban presentes, y no fue con un vendedor de carros sino con un empleado de casino. Una semana después todo volvió a la “normalidad”, sin embargo ella diría posteriormente que Paul se acercó demasiado a la realidad.

Pero es el juego narrativo que Paul aplica a la canción lo que marca su valía como gran compositor (recordemos una historia similar en “For no one” del álbum Revolver). Sobresalen los falsetes que asemejan a la angustia y gritos de los padres conjugado con las voces de estos y el narrador lo cual le da una onda a musical. Parece el episodio de una novela hecha canción.

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“Being for the Benefit of Mr. Kite” es otros de los experimentos de John. Si Paul había sacado “She’s leaving home” de un artículo periodístico, John extrajo la lírica de esta canción de un afiche de circo que compró en una tienda de antigüedades en Sevenoaks. La función que anunciaba era la del 14 de febrero de 1843 e iba a empezar diez para las seis, tal como estipula la canción, porque todo lo que John canta estaba escrito en el cartel: "The Hendersons will all be there, late of Pablo-Fanques Fair, what a scene. Over men and horses hoops and garters, Lastly through a hogshead of real fire! (...) And of course Henry The Horse dances the waltz!" yo creo que lo hizo por joder a Paul, como una parodia de lo que Mc Cartney consideraba su don.

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Desde el inicio podemos ganarnos de la atmósfera circense que se respira gracias a los sonidos producidos los órganos distorsionados, sin embargo a John no le parecía suficiente, así que George Martin tuvo la idea de grabar con un Calíope, empero éste no se podía adaptar al estudio debido a su tamaño, así que grabaron sus sonidos al azar; el resultado final fue más que exquisito, un circo de otro planeta.

“Within’ without you” es un hermoso y relajante tema hindú, así como “Love you to” del Revolver o el lado B del single Lady Madonna: “the Inner Light”. George Harrison, fue el Beatle que se pegó más con la onda hindú y un tema suyo (aunque sea uno nomás, porque la dupla compositora Lennon-McCarntey no veía con muy buenos ojos sus composiciones) no podía estar ausente en el álbum.

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George escribió esta canción mientras estaba en casa de Klaus Voorman (diseñador de las portadas del Revolver y los 3 Anthology, aparte de tocar bajo para Los Beatles en sus épocas solistas), luego de cenar en Hampstead, Londres. Como Voorman tenía un Armonio en casa, a Harrison le dio mucha curiosidad tocarlo, así fue como compuso “Within’ without you” y ya que estaban conversando el primer verso que escribió fue “we were talking . . .”

El único Beatle presente en las sesiones de grabación fue Harrison, quien trabajó en los arreglos junto a Martin. Harrison trajo a sus amigos del Asian Music Circle para que tocaran los instrumentos hindúes, y Martin tuvo que adaptar las partituras de los violines y celos con el propósito que sonaran similares. Sin lugar a dudas, la parte más bella es la del solo de cuerdas, donde se pueden apreciar los patrones rítmicos hindúes en 5/4, toda una fusión de cuerdas occidentales y orientales, perfecta para viajar y viajar en sustancias alucinógenas.

“When I’m Sixty four” se dice que este tema ya lo habían tocado Los Beatles en sus inicios. El padre de Paul fue músico en los años 20, y en este tema sale a relucir toda su influencia. Estilo que también repetiría en “Honey Pie” del White Album (1968) o en “Your mother should know” del Magical Mystery tour (1967) siempre con ese aire antiguo que no podía faltar porque si ya se han dado cuenta, el Sgt Pepper es toda una fusión de estilos y estados de ánimo.

Se ha escrito también que fue un tributo a su padre (puede ser) porque éste iba a cumplir 64 años, sin embargo, Jim McCartney tenía 56 cuando el tema salió. Paul hizo referencia a la edad de jubilación en Inglaterra, y en cierto modo hay mucha ironía en la canción puesto que no dice: “¿me seguirás amando cuando tenga 64?”, sino “¿me seguirás alimentando cuando tenga 64?” (Will you still feed me, when I'm sixty-four). Humor británico ¡No! me rectifico, humor de Paul McCartney.

“Lovely Rita”, un día Paul estaba tocando su piano en Liverpool cuando alguien le dijo que en América a las policías de tránsito se les llama “Meter Maid”. Entonces Paul pensó en la frase “Rita meter maid”, para luego pasar a “Lovely Rita meter maid”, la cual pensaba sería una canción de odio, donde contaría cómo a alguien le quitan su carro, mas desistió y escribió la historia (no son canciones, sino novelas, dijo John burlándose de la forma de Paul de componer) de una persona a quien le multan y se enamora de la policía . . . Lovely Rita meter maid . . .

Resaltan el juego de voces de John y George antes de empezar el solo de piano de George Martin, también los ecos y ruidos grotescos al finalizar la canción; y los extraños sonidos que acompañan el ritmo de este tema, los cuales fueron grabados mediante un instrumento muy particular: “un rollo de papel higiénico golpeado por un peine metálico”, el cual fue tocado por los cuatro Beatles quienes se dieron el lujo de pasar varias horas buscando el papel higiénico y el peine propicios para la grabación, sin dejar de afinarlo.

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“Good Morning, good morning” es una canción que otra vez, no se le ocurrió a John, sino que adaptó su idea de una publicidad de Corn Flakes que decía: “Good Morning Good Morning . . . ". John dijo que siempre trabajaba con la televisión en volumen bajo, y que cuando no se le ocurría nada, subía el volumen y aparecía una canción en su cabeza (y luego dicen que la televisión no sirve).

Por otro lado, la inclusión de una trompeta francesa da la fuerza suficiente para despertar a cualquiera. Sólo se conoce el nombre del músico que la tocó y grabó con ellos: Tom . . . sin embargo su apellido es todo un misterio . . .

Si bien la pieza no es de lo mejor que han podido componer, aquí prueban de manera excepcional la utilización de efectos de sonidos en un álbum, lo cual es algo común en producciones de música popular en la actualidad, pero que en su tiempo fue toda una locura (esos 4 fueron todos unos visionarios). Y no sólo me estoy refiriendo a sus clásicos solos de guitarra grabados al revés, sino a los animales que hacen de las suyas al inicio y final de la canción: Un gallo cantando, gato maullando, pollitos piando, perros ladrando, caballos relinchando, ovejas balando, leones rugiendo, elefantes barritando. Para finalizar hay un zorro, siendo perseguido por galgos, una vaca mugiendo; y una gallina cacareando. Este último sonido, muy parecido al de una nota de guitarra distorsionada, la que da inicio al siguiente tema . . .

Pero antes, John le dijo a Geoff Emerick (ingeniero de sonido) que el orden sería de menor a mayor, el animal que le sigue a cada uno debe ser más grande y poderse comer al anterior, nada es casual en el arte.

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“Sgt Pepper’s lonely hearts club band” (reprise), fue idea de Neil Aspinall que se repitiera la canción hacia el final del álbum para introducir el último tema.

Como es una despedida los Beatles ratifican su soberbia diciendo: “we're Sgt. Pepper's ONE and ONLY lonely hearts club band” sin perder el ritmo y la melodía de una canción remezclada a un ritmo frenéticamente veloz.

Estos tres temas como los dos primeros estaban unidos como uno solo, en el final de “Good Morning, good morning” hay un cacareo de gallina que suena a una guitarra desafinada, esto encantó a George Martin, quien incluyó este sonido al comienzo del “Sgt Pepper’s lonely hearts club band” (reprise), a manera de final del show, porque como ya dije adelante, este álbum se supone es un gran concierto, por eso la gente termina aplaudiendo, silbando y gritando al final de este tema, sin pensar que aún faltaba . . .

“A day in the life” fue sin duda alguna la obra maestra de The Beatles. No pudieron haber creado un tema mejor para finalizar este álbum.

En realidad son dos temas, la primera parte compuesta por John, pero como era una canción inconclusa se juntó a otra canción incompleta de Paul, y así se dio a luz a este tema. Como una demostración de que habían nacido para componer juntos.

“A day in the life” no son más que pequeñas canciones sin mayor trascendencia y sentido (en cuanto a la lírica) que sólo unos genios como Los Beatles otorgaron el nivel de arte. Las letras en la parte de John surgieron otra vez de los diarios . . . I read the news today oh boy . . . donde encontró la noticia del Man Who Blew His Mind (El hombre que se reventó el cerebro): el mentado era Tara Browne de 21 años, nieto de Edward Cecil Guiness (fabricante de cerveza), murió el 18 de Diciembre de 1966. Tara era amigo de los Beatles, y otras bandas más pero John no copió el accidente, sólo se inspiró en él.

La parte de: "I saw a Film today" (Hoy vi una película): John filmó "How I Won the War" (Cómo gané la guerra). Comedia dirigida por Richard Lester (director de "A hard day’s night" y "Help!") donde actuaba como un soldado del ejército inglés luchando en la segunda guerra mundial. La película se estrenó en Octubre de 1967, pero ya habían varios artículos escritos sobre ese tema durante la época en que él estaba componiendo esta canción.

Habla también sobre cuatro mil agujeros que se habían descubierto en Blackburn, Lancashire, en esa estrofa todavía faltaba una palabra cuando la empezaron a grabar.
Como se puede apreciar, no hay ninguna unidad narrativa, ni lírica en esta canción.
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La parte de Paul fue la más corta pero gracias a ella, la BBC censuró la canción porque incitaba directamente al consumo de drogas, en especial a fumar marihuana. Paul se defendió comentando que para él era algo muy común antes de tomar el bus para su escuela en Liverpool: fumar un pitillo, que alguien te hable y empezar a alucinar . . . Total, más peligrosas son “Lucy in the Sky with diamonds” (LSD) y “Fixing a hole” (heroína) que un simple e inocuo tronchito proveniente de la madre naturaleza. Al final estos temas también fueron censurados.

Pero entre canción y canción debería ir algo más, así que se contrató a 40 músicos de cámara y se les pidió que leyeran una partitura con sólo 15 compases, la idea era grabar 24, así que los compases restantes serían tocados subiendo nota a nota hasta terminar en un Mi. Los músicos clásicos, no sólo fueron mofados por estos genios (los obligaron a tocar con máscaras, narices, lentes gigantes y hasta a algunos con guantes de mano de gorila) sino que los dejaron tan a la deriva que estuvieron repitiendo una y otra vez lo que a priori parecía sencillo. Pobres músicos clásicos, lo que tenían que hacer para vivir. Ellos que estaban acostumbrados a leer partituras, y sobretodo partituras con algo de armonía y afinación, fueron los que más demoraron la grabación.
Los Beatles querían crear una atmósfera caótica, sin embargo, ellos no podían comprender por qué Paul les pedía que desafinasen sus instrumentos y los dejase llegar como sea a su destino, donde él empezaría a cantar, no sin antes escuchar la cuenta progresiva de Mal Evans y su broma con un reloj despertador para avisarle cuando debía empezar con su parte, que a las finales quedaría grabado también porque la primera frase que decía Paul era: “Woke up” (despertó).

John quería que el sonido se asemeje al fin del mundo, y lo lograron al finalizar su distorsionado e inigualable: "I'd love to turn you on . . ." Los instrumentos grabados por los 40 músicos se repitieron 4 veces, para que diera la impresión de una orquesta de 160 y con ella retumbar de sus asientos a los espectadores para el gran final, la despedida a lo grande del más importante álbum de música pop jamás hecho “Sgt Pepper’s lonely hearts club band”.

Al final del álbum se puede escuchar un pito para perros que John incluyó porque quería joder a los animales cuando terminara todo, y después un trozo de galimatías las cuales van repitiéndose incoherentemente, hasta que alguien apague el equipo (las cuales ratificaron las ideas de que The Beatles eran recontra diabólicos)
La grabación de Sgt. Pepper se prolongó durante más de setecientas horas y costó aproximadamente 75.000 dólares. A su salida, las críticas fueron las mejores:

El New York Review of Books dijo que el álbum anunciaba "un nuevo y dorado renacimiento de la canción".

El crítico Kenneth Tynan dijo que Sgt. Pepper representaba "un momento decisivo en la historia de la civilización occidental”.

Sgt. Pepper fue seleccionado como mejor álbum de rock de todos los tiempos por los críticos y locutores (sobre todo en Gran Bretaña y Estados Unidos) en The Top 100 Rock 'n' Roll Albums de Paul Gambaccini. Ganó en las ediciones de 1977 y 1987.

Pete Townshend de The Who, describió Sgt. Pepper como algo "increíblemente no físico".

Timothy Leary: "El álbum Sgt. Pepper... comprime el desarrollo evolutivo de la musicología y la mayor parte de la historia del sonido oriental y occidental en una nueva complejidad timpánica . . . Los Beatles son mesías divinos . . . Prototipos de una nueva y joven raza de hombres libres y risueños".

Michelle Philips de The Mamas And The Papas: "Sgt. Pepper fue lo que escuchamos durante los siguientes días y semanas: aquel disco lo poníamos una y otra vez. Era el tema de la gente que trabajaba para el Festival de Monterrey”.

David Crosby de The Byrds: "Por algún motivo Sgt. Pepper no detuvo la guerra de Vietnam. Por algún motivo no funcionó. Hay gente que no escucha . . . Yo creía que Sgt. Pepper podría haber detenido la guerra, sólo porque emitía demasiadas buenas vibraciones al aire para que la gente pudiera tener ganas de meterse en una guerra".
PREMIOS GRAMMY 1967:

Álbum del Año – Productor: George Martin

Mejor Álbum Contemporáneo (Rock n’ Roll) – Productor: George Martin

Mejor Ingeniero de Grabación (no clásica) - Geoff E. Emerick

Mejor Dirección Artística para Portada de Álbum - Peter Blake / Jann Haworth

Según listas elaboradas en noviembre del 2000, era el álbum más vendido de todos los tiempos en el Reino Unido y sexto a nivel mundial.

Sin duda alguna la salida del Sgt Peppers lonely hearts club band fue el punto de inflexión entre todo el arte clásico y la nueva visión de éste como Pop Art. No sé de un álbum, antes del Sgt. Pepper, que haya sintetizado de forma tan alucinante la música occidental y oriental, o por lo menos de una banda que se haya atrevido a colocar sonidos y estilos tan variados dentro de alguna producción discográfica, claro que deben haberlo intentado, pero no creo que los ejecutivos lo hubieran aceptado, sólo a los Beatles.
Y es que The Beatles fueron los estandartes de aquella generación sumida en el caos y la guerra, las revoluciones y la experimentación; y la condena de ser libres. Una nueva era había surgido y ellos dejaron la puerta abierta . . .

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Sgt Pepper's Lonely Hearts Club Band
We're sorry but it's time to go.
Sgt Pepper's lonely.
Sgt Pepper's lonely.
Sgt Pepper's lonely.
Sgt Pepper's lonely.
Sgt Pepper's Lonely Hearts Club Band . . .

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