Tras una inagotable gestión de Mauricio Málaga, el fino ojo editor de Jorge Castillo y la psicotrópica ilustración de portada de Ale Torres, la editorial Trascender acaba de lanzar al mercado nacional la reedición de mi primer libro Cuentos pa Kemarse en la colección Barrio de papel proyectada al plan lector 2017.
Una década después que este mi viejo blogspot haya sido el primer medio difusor de estas narraciones alucinógenas... si no las leíste... acá están, estas son, solo que remasterizadas.
Muchas amistades conseguí con este librito y a no pocos lugares viajé con él (en vez de venderlo terminaba regalándolo) desde Manhattan donde lo corregí hasta La Paz cuando lo despedí, pero lo más loco fue su capacidad para moverse solo y sorprenderme:
Los transformaron en dibujos animados, fue incluido en el sílabo del curso de Literatura liberteña de la UNT, difundieron sus cuentos en revistas literarias de Lima, Venezuela, Argentina, México y España. Todo de manera caleta, sin apoyo de la prensa escrita o especializada, más allá de Trujillo al día, mis partners literarios y el inefable préstamo/boca-boca.
Esta nueva edición va para mi Viejo, José Ramón Del Rosario, trotamundos en Nueva York, mi maestro, mi más entusiasta lector y quien financió las cuatro versiones príncipes de OREM.
Así también va para mi tío, el filósofo Daniel Del Rosario, en cuya revista de Epistemología de la Escuela de Postgrado de la Universidad La Cantuta se publicó por primera vez Taxi, mi Creep, reproduzco sus palabras de salutación:
Así también va para mi tío, el filósofo Daniel Del Rosario, en cuya revista de Epistemología de la Escuela de Postgrado de la Universidad La Cantuta se publicó por primera vez Taxi, mi Creep, reproduzco sus palabras de salutación:
Gonzalo Del Rosario se destaca por hacer gala de su rica vena creativa. Asume en sus cuentos las vivencias de su generación y las irracionalidades de su realidad contextual, sin cortapisas y con la irreverencia de un novel iconoclasta posmoderno. Expresa en sus líneas la fuerza de la crítica juvenil sobre la sociedad y su vida urbana; y la universidad y sus estados seudocientíficos culpables de la situación de atraso de la educación nacional. Finalmente, con fino delirio creador, amalgama sus símbolos lingüísticos como un mensaje de la necesidad de establecer nuevas formas comunicantes entre la gente de su generación y las generaciones mayores.
Así que ya saben, muy pronto aviso en qué librerías pueden encontrar estas historias que nacieron gracias a Nata.