miércoles, agosto 01, 2007

¿SEGURO?

Aquella noche hubo un tiroteo por su casa. Ana salió gravemente herida, una bala perdida le había destrozado la oreja derecha y tuvo que ser llevada de emergencia al hospital más cercano . . . el del Seguro.

Ana había trabajado durante 15 años en una empresa donde entre otras cosas, le descontaban para el AFP, la CTS y la "Seguridad Social" . . . esta última jamás llegó a utilizar porque su salud había sido tan buena desde su contrato que a veces le daban ganas de enfermarse a propósito (deseos expresados como broma en alguna reunión de amigos) sin saber que su fatal destino le daría una pequeña ayuda.

Ahora se encontraba junto a su pareja, intentando conseguir una camilla para ser llevaba a cuidados intensivos. La sangre no detenía su curso y Ana con la conciencia perdida era interrogada por la enfermera que atendía en la puerta de emergencia –Nombre completo-, -¿qué no ves que está sangrado?-, -por favor, si usted colabora, los trámites serán más ágiles-, -Edad-, -¡pero se va a desangrar!- Ana continuaba pálida sin entender nada, mientras su enamorada loca de ira estaba a punto de asesinar a la inmutable enfermera –Dirección . . . Profesión . . . número de seguro . . . ¿cuál es el problema exactamente?- y su pareja estaba estallando cuando –lamentablemente en estos momentos no hay camas disponibles-, -¡puta ni que fuera hotel!-

En todo este lapso Ana estuvo de pie, con su mano derecha sostenía el pañuelo blanco que intentaba inútilmente contener el flujo de sangre emanando de su oreja destruida. Sin embargo, justo cuando faltaba poco para desvanecerse, llegó una silla de ruedas y fue conducida a una celda en el fondo de un pasillo repleto de gente herida: un señor con sus intestinos en una bolsa, un niño con ambos ojos reventados que no paraba de gritar, una chica desmayada y pálida que empezó a convulsionar, mientras los familiares de toda esa gente, llenaban hojas y más hojas de unos formularios en un idioma parecido al ruso. Ana no logró percatarse de nada de esto, ya que debido al exceso de sangre perdida en la hemorragia, había quedado inconciente.

Cuando despertó, se encontraba en una cama junto a muchas otras a su alrededor con gente igual o peor dañadas, la mayoría en las últimas. Logró escuchar en mono cómo el doctor y la enfermera discutían sobre su suerte –pero esta mujer ha perdido demasiada sangre-, -si hubiese llegado a tiempo-, -no creo que sobreviva, ya no podemos hacer nada más-, -hey sólo me han rozado, no es para tanto ¿o sí?-, -usted cállese, somos nosotros los profesionales-, -pero ¿es que no me van a operar?-, -¿para qué? si igual va a morirse pronto-, -su caso no tiene cura, no sólo ha perdido mucha sangre, sino que en estos momentos no contamos con ninguna de su tipo, y será muy difícil reponerla en caso de ser encontrada, en otras palabras, háganos el favor de morirse-, -ya lo escuchó y si lo dice el doctor . . . además ya mucho favor le estamos haciendo al tenerla aquí infectando el ambiente . . .-

Al día siguiente la pareja de Ana deseó ingresar a visitarla –¿cuál es su nombre?, ¿a qué paciente va a visitar? La hora de visitas ya terminó-, -disculpe pero la hora de visitas es de 3 a 5 y son solamente las 3 y media-, -esto es Emergencia y no puede ingresar-, -¿pero entonces?-, -tendrá que regresar mañana, hay muchos pacientes aquí-, -¿cuánto quiere?-, -¡Oiga!, ¡Usted me está insultando!- una señora se le acercó –hija, éste es el malo, no vale la pena discutir-, -pero bueno, quizás sólo está cumpliendo su trabajo-, -¿de qué hablas? es malo porque cobra mucho si quieres ver a un familiar en emergencia, los otros son más baratos-

Ana se dio cuenta que estaba sola frente al mundo, no tenía fuerzas para moverse, sentía como si todo el cuerpo le fuera a estallar. Volteó a su derecha, el roce de su herida con la almohada de piedra le hizo sentir tanto dolor y ardor como si la hubieran vuelto a balear. Alcanzó observar a una anciana con artritis que pedía algo de alivio para sus dolores y no cesaba de quejarse, mas las enfermeras la miraban y se reían sin asco, diciéndole –señora pero ya muérase ¿no?-, -está muy vieja como para seguir jodiendo ¿por qué demonios no se muere de una vez?-, -nosotros la estamos ayudando al no ayudarla- y continuaron con su vacilón, mientras chismeaban las últimas del hospital. A su izquierda otra mujer, con cáncer terminal, sufría al sentir cómo la sangre helada se iba introduciendo en sus venas, resistiéndose a la muerte y a los dolores de tener el cuerpo carcomido por dentro –señora, colabore por favor, no tiene sentido seguir luchando, muérase de una vez que necesitamos la cama para otros pacientes más importantes que usted-, -sí pues señora ¿quién es usted para quedarse aquí?-, -si tuviera dinero estaría en un clínica privada, ja, ja, ja ¿sí o no?-, -ja, ja, ja, tienes razón- Ana sabía que estaba perdida, y su pareja no llegaba.

Al fin vio llegar a su enamorada –te tienen tan sola, estás tan flaca, malditas sean-, -duele, duele el estar muriendo-, -te he traído un celular, cuando pase algo, sólo llámame-, -bueno-, -hasta que al fin el guachimán me permitió el paso, una señora me dijo que debía invitarle más que una gaseosa-, -son unas mierdas-, -siempre lo han sido, pero ya les tocará-, -me pusieron la sangre-, -sí la veo-, -duele demasiado, está helada-, -tienes que aguantar un poco, ya te pondrás bien-, -no lo creo, he perdido mucha sangre, si llego a salir de aquí, les haré un juicio por negligencia-, -tranquila, no te esfuerces-, -no me han descontado todos estos años para morirme de esta manera-, -en verdad este sitio es deprimente-, -¿y a quién esperabas . . . a Patch Adam’s? eso sólo ocurre en las películas, la gente se muere y ni siquiera le pueden ofrecer algo de dignidad- Ana intentaba al igual que su pareja contener las lágrimas, nunca habían llorado y menos lo harían ahora -no es sólo por la miseria que se ha pagado por este seguro, sino porque somos seres humanos y debemos ser tratados como tales-

La mañana en que Ana falleció, las enfermeras le habían colocado más sangre, con la única diferencia de que ésta no era de su tipo. Antes de dar su último respiro, pudo ver como los internos ya tenían afilados los bisturís para extraer cuanto órgano servible encontraran –acá en su DNI dice bien claro: "donación de órganos: Sí”-, -bueno ¿y qué estamos esperando?-, -¡que empiece la carnicería!-


Aunque no suelo decir esto, lo que ustedes acaban de leer está basado en un hecho de la vida real, algo exagerado por supuesto, pero muy cerca a lo que en verdad sucedió. Aquella persona no tuvo la dicha de tener a un payaso haciéndola cagarse de risa hasta la muerte, sólo un cúmulo de enfermeras, médicos, administrativos y personal de seguridad que sin una sola pizca de humanidad le dijeron en su cara, y la de sus familiares, que iba a morirse y que dejara de joderlos porque tenían mejores cosas que hacer como ver la novela de las 4.


Está bien, todos vamos a morir, pero por lo menos no den tantas ganas de levantarse y sacarles la mierda ¿para eso han estudiado tanto?, ¿dónde quedó su bioética? Todo esto me trae a la memoria a Molière y su tan vigente definición de un médico: "Aquel hombre a quien se le paga para que cuente tonterías en el cuarto de un enfermo hasta que la naturaleza cure a éste o los remedios lo maten".


Descansa en paz amiga Esther.

26 comentarios:

ninas dijo...

hola me dio gusto que pasaras por mi blog, me han gustado mucho tus cuentos ah claro que conozco a susana baca era una gran amiga de chabuca,aunque para ser sincera he escuchado poco de ella saludos cariñosos seguimos en contacto...

Juan Arellano dijo...

Dicen que hay que tener suerte para que te atiendan bien en el seguro, suerte o vara. Pero hay hechos que ameritan denuncia, francamente. Saludos.

Amarisha dijo...

puxa oie todo eso ke escribiste me hizo recordar a un accidente ke tuvo mi hnita (cayo del 4to piso de mi ksa hace tres años mas o menos cuando tenia 4 años ahora tiene 7) bueno algun dia escribire sobre eso pero es cierto las enfermeras y los doctores(algunos) son tan inhumanos kizas sea ke han visto tantas cosas ke ya ni sienten (es su trabajo)
en fin me gusto mucho tu historia!

bsos!!

(:

Dinorider d'Andoandor dijo...

como en todo grupo profesional siempre hay los buenos y los otros así que como en todo a pesar de la rabia no podemos generalizar

nunca falta quienes estudiaron una carrera no porque les gustara sino porque los padres los metieron a estudiar eso y no tuvieron personalidad para afrontar ello.

esa experiencia ya es muy triste, demasiado duro (por decir lo menos) que esos groseros digan algo así delante de alguien en situación critica.

lo de las camas son eternos problemas en un país como el nuestro donde la inversión en salud es mínima. esos tecnicos coimeros de los hospitales deberian ser denunciados por cobrar todo eso.
que vergüenza!
aunque con todo las restricciones en una unidad de emrgencia no crees que sean necesarias? con tanto enfermo critico no podrán trabajar como se debe con una muchedumbre alrededor que contamine el ambiente

me recuerda a algo que pasó a una chica de mi facu sólo que ella murió más rápido pues era de un subtipo de sangre que las pruebas cruzadas que le hacían a la mayoría de la gente que quería donar no daba.

si hubiera más donadores en los bancos de sangre probablemente se ayudaría al problema en algo


de lo de tu amiga sé que algunos les hubieran metido una buena chiquita al médico ese por decir aquello

Fernando Nerú dijo...

en la vida existen privilegios que pocos poseemos. privilegios que hacen la diferencia entre la vida y la muerte...

Jorge Atarama dijo...

Lo que has contado hay que sumarle a los ancianos y enfermos de cáncer que tienen que dormir en la calle desde las 10 de la noche para que los atiendan a las 6 de la mañana, entendiéndose por atención el darte un ticket para que esperes dentro. Por un lado se cree que es un favor el que le hacen al paciente, por otro lado son tantos pacientes que los médicos no se dan abasto y están en en un estado de stress tremendo. Nadie se preocupa por la salud del personal encargada de la salud de la población. Si así está el seguro imagínate como estarán los hospitales del MINSA que es donde van las personas de menos recursos que no tienen empleador que aporte mensual ni siquiera al seguro.

Diego dijo...

Mi experiencia con el seguro no ha sido tan trajico, pues eh tenido que ser insistente en que me atiendan bien.

Graciela por recomendarme esos libros. Aca yo te recomiendo una pagina que te hara perder la razón.
estas son mis preferidas

http://altapendeja.com/1632

http://altapendeja.com/1637

http://altapendeja.com/1673

Anónimo dijo...

Hay dos formas de morir, una es agonizando y la otra instantaneamente.
Con cuál te quedas?...
Turquesa

gabriel revelo dijo...

vaya Gonzalo, siento mucho lo de tu amiga...

duele saber que existen esas condiciones en el sistema de salud peruano. aunque más triste es saber que esas condiciones imperan en casi toda latinoamerica. si bien, en México el servicio no es tan malo, si deja mucho que desear.

cuando la dignidad no puede ni conseguirse en la muerte, es que algo estamos haciendo mal como personas.

el cuento, como siempre, muy bueno.

la dueña dijo...

tu siempre eres muy bueno relatando no olvidas ningun detalle para describir loq ue va sucediendo y hacerme meter en el relato pero como te digo que soy nerviosa con esto de la sangre y las muertes ....un acompleta cobarde en este tipo de relatos
ahora respecto alo de fantasma no eres de los que asustas eres mas bien que llegan justo en el momento exacto dejando algun comentario y gracia siempre por tu visita

Unknown dijo...

Conmovedor, amigo. Gracias por visitar mi espacio,
V.

Ivysour dijo...

Que deprimente, y eso se ve a diario con la salud publica, que se supone que debe ser digna, pero una vez mas son solo palabras.
La salud y la educacion no son derechos, son privilegios. que triste no?!!.

P.D: Mi teclado no tiene tildes, por eso las faltas ortograficas, perdon.

Anónimo dijo...

habla,soy el supercreyzi,tu relato casi me iso llorar no es joda en cuanto loes taba leyendo se me vinieron varias cosas ala cabesa,gonsalo,enserio estubo bueno,so es todo creo.

Tony dijo...

Estaba llegando a pensar que lo sucedido a Ana (algo que asocié con El proceso de kafka y Verónika decide morir de Coelho) era irreal y muy subjetivo, pero me choqué contra la pared cuando me percaté que era un hecho real ¡guau! No sólo es la burocracia y uno se muere como perro entre celdas y paredes, sino también la falta de coadyuvar. No estamos extinguiendo así. Muchas gracias por la visita al PoeDiario nuevamente, te estoy enlazando y espero poder tener el gusto de ser retribuido. Saludos

wílliam venegas segura dijo...

Quisiera agradecérselo a cada quien de manera particular, pero solo se me ocurre un abrazo general para todos quienes estuvimos en la vela caballeresca que hicimos en mi blog, ante la muerte de Ingmar Bergman y la siguiente de Michelangelo Antonioni. Fue un buen momento bloguero, que ahí queda registrado gracias al mensaje de cada uno y de cada una de ustedes. ¡Blogueros unidos por lo mejor!

Piero dijo...

nunca llege a pensar que podria pasar algo asi en un hospital, que porqueria que muera gent por negligencia...especialmnt de alguien a quien le confias la vida como un doctor u_u

Anónimo dijo...

a mi me da mucho miedo ponerme como donadora de organos x eso!!!
cuantas Anas habran en este mundo! hay amigo ! x lo menos aki los seguros medicos son buenos, más x el contrario si no tienes uno.... no te atienden de buena gana x q nada les garantiza el pago; es al reves!.
Un abrazo!

Anónimo dijo...

COMO SIEMPRE SORPRENDIENDOME CON TUS CUENTOS, NI DUDAR QUE TIENES AL LECTOR INTRIGADO HASTA EL FINAL. SIGUE ESCRIBIENDO. SALUDOS ANA. NEW YORK.

wílliam venegas segura dijo...

En efecto, dejaste tu mensaje en mi blog sobre Bergman y Antonioni, pero me sirve para venir acà y leer tus textos, que bien valen.

† Gidhe † dijo...

Si, en efecto, asi son en los hospitales y clínincas... El mes pasado fui a sacarle una cita a un familiar a una clínica, me tardaron horas para atenderme, y terminaron dándomela para el mes de septiembre... Buena historia.

Karen dijo...

Gonzalo, tu post me a llenado de indignación...
Así es el mundo medico??? Dios en que me estoy metiendo, yo seré una enfermera de esas???
O_o

Ahí, yo jamás use mi seguro más que para las terapias con el psicólogo Bautista xD y no me ayudo! Sigo siendo igual!!!!!

Pésame por lo de tu amiga...

ysraelg7 dijo...

Ches... has dejado en mi, esa hiel con sangre por lo que has contado ¡¡¡necesito agua¡¡¡ y cuando lei me senti impotente de no poder hacer nada... ¿SEGURO?....Esa huev... disculpa pero se sale solo... ya que tengo experiencia alli con mi madre que por poco casi se me va (si es que no la sacaba a tiempo)... ya que entras vivo y sales cadaver, un pena.

Hablamos.

Anónimo dijo...

Muy buen cuento, para variar me quede pegada hasta el fin, pero si es cierto que hay que tener suerte o un conocido para que esten pendientes de ti, en el seguro.

Evacristy

Anónimo dijo...

TE invito a participar en la comunidad de blogs peruanos
www.blogsperu.om

Esther dijo...

Me parece super inhumana la atención de algunos profesionales a los pacientes. Decirle a uno que que se muera de una vez, que está molestando, cuando de verdad es así, me parece una actitud super cruel y digna para despreciar a los autores de tales afirmaciones. Qué menos que morir con dignidad y bien tranquilo, en vez de estar oyendo palabras crueles e inhumanas. Ésos no son personas, son bestias.

No había visto esta historia, pero, en verdad que ahora que la leo, sentí rabia por esos degenerados. Fue buena pero, muy triste y me quedé pensando : -¡¿Cómo es posible?!

Pero, lo creo porque a veces, alguien cercano a mí ha ido también al hospital y le han tratado como una basura. Esos profesionales, que se creen sabelotodo pero, sí, sabrán mucho, pero, de trato humano y de amabilidad no tienen ni idea. Deberían dárseles clases de ésto último, no estaría mal. Aunque si de verdad son crueles, no creo que les importe nada de nada.

Un saludito.

Anónimo dijo...

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