sábado, julio 14, 2007

ORO
Cansado de los abusos de sus jefes, aburrido de que estos solamente le ofrecieran prácticas “ad honorem”, agotado de recorrer la ciudad para ganar menos de lo que vendió, consiguiendo jaquecas y gritos de los supervisores, moliéndose el cuerpo en tareas esclavizantes, y si le llegaban a pagar algo, era una maldita miseria a comparación de todo lo que hacía, no sólo convirtiendo sus zapatos y ropa interior en unos cráteres irritantes, sino acentuando sus psicopatologías. Diego regresaba cada noche a su casa odiando más al mundo, al mundo real en el que había caído luego de terminar la universidad.

Entonces lleno de ira, se metió al baño, se sentó y expulsó todos sus demonios, y maldijo ese repentino estreñimiento, y mentó a la madre de su creador, y a la suegra de éste también, y arañó las mayólicas sin efecto alguno, sólo para poder concentrarse y expulsar aquella dolorosa tripa que hacía un par de días le estaba malogrando la jornada entera.

Muy tranquilo y odiando más a los relativos que no se preocuparon en llenar de agua los barriles, para cuando ya no saliera nada de los caños, o sea por las noches después de defecar, logró conciliar el sueño sin sentir la amargura de poseer un trozo de mierda ansioso por conocer a su madre.

Diego fue despertado a las seis en punto, como siempre, por su reloj biológico, ese día, nuevamente tenía que levantarse, sin más ganas, a recorrer la ciudad buscando vender algo que ni él mismo entendía para qué servía. Cuando subió la tapa, disponiéndose a miccionar, algo sorprendió su vista: era el mojón más bello que podía haber concebido intestino alguno, sus trozos de mierda relucían al contacto de los rayos solares del amanecer, Diego no dudó en meter la mano y palpar aquel excremento endurecido por la gélida noche invernal, quizás, pero si de algo estaba seguro era –mierda, esto es una mierda . . . ¡pero de ORO!- oro puro.

Recién se había percatado que su wáter estaba lleno de tanto oro como para no volver a trabajar en años, o por lo menos en un buen tiempo, total podría cagar más e igual saldría oro ¿o no? Y de la emoción le vinieron de nuevo las ganas, no sin antes extraer todo su oro del escusado, besarlo, lamerlo y acariciarlo con sus mejillas, sentarse y dejar que sus sueños sigan el ritmo de sus heces.

Más tarde, tan feliz como los niños ricos la mañana de navidad, telefoneó a su chamba, mandó a comer de su nuevo tesoro a su jefe, y de paso llamó, aprovechando que era temprano, a todos los seres que alguna vez le habían despreciado, entre heteros y homos; y se dispuso a comprar todo lo que siempre había soñado . . . bueno, como sus sueños variaban de temporada en temporada, y tampoco creo que le dejasen llevar dos valijas e ingresar a la fábrica Donofrio, todavía no, lo primero que pensó fue en comprarse un depa, de esos que estaban abundando en su ciudad, para poder hacer lo que le viniera en gana sin joder a ningún familiar. Tenía toda la mierda del mundo para pagar sus más oscuros placeres.

Y esa misma noche llegaron a la casa de su flaca con todos aquellos regalos que le había prometido, no sólo a ella, a su familia también; y que nunca llegaron por falta de fichas y de ganas: tabas skechers, jeans nuevos, de esos al cuete que había malogrado por no apuntar bien a la hora de venirse, polos, casacas, poleras, carteras, ropa y más ropa que siempre pedía su flaca en cada aniversario, cuando a Diego sólo le alcanzaba para regalarle una porción de chicharrón de pollo en La Cabaña antropófaga, por supuesto que no los compró Diego, sino ella misma, porque esa tarde habían tomado el primer vuelo que encontraron rumbo a Lima. Mientras él cumplía el sueño de comprarse cualquier libro o cd que le pareciera bacán, sin importarle el precio, ella daba rienda suelta a sus innatas ganas de despilfarrar dinero ajeno en ropa.

Por primera vez Diego se sentía poderoso, se divertía en placeres que con su suerte de antaño le habrían parecido un total despilfarro: se tomaba fotos y más fotos con su celular, el cual tenía unos parlantes tan potentes que lograban acallar a cualquier micro gasolinero, o sino con su nueva dígital que incluso su profe con parkinson le podía sacar buenas tomas; y por primera vez en mucho tiempo, una sonrisa se esbozaba en cada fotografía que era tomada, todas directas a colgarse en su hi5 . . . desde su laptop.

Cuando regresaron, su audi ya los esperaba en el estacionamiento de su depa, todo amueblado con una cama gigante para moverse bien pegados, sin temor a caerse, un televisor de esos que parecen cuadros intercambiables, con un sistema de sonido de otra dimensión; y también –sabes, yo no entiendo por qué tengo que pagar por unos canales que ni veo, como estos evangélicos que todo el día joden con su juicio final, yo quiero . . . a ver . . . ¡ver todos los Mtv de todo el mundo!, ¡en todos los idiomas!, ¡y a todas horas!-, -como guste Señor D. . . -, -Señor Diego, y con S mayúscula-, -como usted ordene Señor Diego-, -toma tu propina: un fríjol de oro-

Pronto empezó a asistir a todas y cada una de las discotecas de la ciudad y como siempre iba y ponía el trago para todos, era invitado a cada evento social, a veces como jurado, otras como ciudadano ilustre. Las flacas no tardaron en asediarlo, y él podía hacer lo que quisiera con ellas; claro, en caso de que a alguna se le ocurriera decir que Diego había abusado de aquellas pobres, inocentes e indefensas mujeres, saliendo a hacerle roche por la radio, televisión, periódicos, y no contentas le iniciaban juicios; compró todos los canales, emisoras y periódicos donde seguramente empezarían a joderlo, regaló todo el dinero que quiso al poder judicial en pro de sus beneficios, tenía comprados a todas las bandas extorsionadoras para que no vayan a cometer el error de secuestrarlo, y éstas le brindaban paquete completo, puesto que le ofrecieron defenderlo en caso de que a algún incauto, por ignorancia, se le pasara la mano, y qué decir de todas las pad fighters que le recontracuidaban el depa, y ni silbaban cuando lo veían fumando su hierba santa, en compañía de todos esos gorriones que le hacían la taba, porque sus amigos, los verdaderos, ya estaban en otras latitudes terrestres. Al final con su mierda . . . se podía todo . . .

Y como con el dinero, digo su mierda, digo dinero, lo tenía todo, y podría poseer lo que deseara, y no había nada más qué hacer . . . empezó a darse algunos excesos que por su condición de pobre diske clasemediero, no había experimentado jamás, como la cocaína y el éxtasis, las cuales con el tiempo se volvieron demasiado adictivas, en especial la primera, y como todo rey de la holgazanería, para qué iba a trabajar si igual iba a cagar, empezó a gastar toda su mierda en coca, y de la más cara y más pura, la más rica, de esas elaboradas cerca a la fortaleza de Kuelap que llevan a los países del primer mundo.

Así de un momento a otro, se había vuelto la persona más conocida de su ciudad, y todo gracias a la mierda que almacenaba en una caja fuerte en forma de escusado, recontra escondida, y que las casas de cambio adoraban.

Sin embargo, en una de sus rebotadas, entró en una duda muy grande ¿En qué se diferenciaba de los demás ladrones y arribistas que habían llegado tan alto como él? Entonces para limpiar su imagen de amante de la noche, las chibolas y las drogas fuertes, invirtió en una fundación que otorgó educación de primer nivel, gratuita y para niños y adolescentes en estado de abandono y pobreza.

En el fondo sabía que tarde o temprano, algunos inadaptados lo irían a joder y por más mierda que les ofreciera, no cesarían en sus intentos de arruinarle la vida. Así que aquella fundación, no sólo estaba “ayudando a los niños pobres del su país”, sino que estaba formando a los futuros dueños de la patria que él, el Señor Diego, y con S mayúscula, iba comprando de a pocos, gracias a su sagrado esfínter.

Estaba formando a los futuros, jueces, abogados, contadores, economistas, administradores, profesores, ingenieros, congresistas, presidentes, periodistas, médicos, enfermeras, dueños y más dueños de más y más empresas promovidas por la mierda y más y más mierda rica del rico Señor Diego, dueño del Perú y balnearios, y mucho, mucho más.

Y así, sus planes continuaron hasta que con el correr del tiempo se hicieron realidad, y él, escondido en su pantalla de fundación caritativa, de amor por la gente desamparada, siguió dominando "el país que tanto lo amó” luego que descubriera sus dotes de rey midas escatológico, y haciendo y deshaciendo todo, ya no sólo dentro de sus fronteras, sino fuera, y con muy buenas migas en los principales gobiernos y poderes del planeta.

Al poco tiempo, los dueños del mundo le mandaban sus respetos, todo por cagar oro, le invitaron al club Rindelberg, y muchos escribían biografías, que él mismo mecenaba, sobre su tan codiciada mierda, donde por supuesto, no se mencionaba nada acerca de su culo filosofal.

Al final, luego de dominar su país, y parte del mundo también, a su antojo, como ya estaba muy viejo, eligió a su sucesor, el mismo que designaría al nuevo espanta pájaros de la nación, cada 5 años, y sus nuevos cuervos legisladores para que continúen vendiendo la careta de democracia y amor por la república que tanto anhelaba un pueblo que sólo vivía pendiente del óptimo desempeño del seleccionado nacional de fútbol, quienes ya estaban, a pesar de sus flaquezas, clasificando a 8 mundiales seguidos (incluyendo uno como anfitrión) y todo gracias al apoyo de un hermoso pueblo que vivía embriagado de tanta ayuda brindada a su selección, bebiendo y bebiendo más y más mierda, la misma que salía del trasero del que los manipulaba, como a todos los poderes de acá, de allá y del más allá, sin que ellos quisieran darse cuenta, porque jamás les interesó.

Sólo cuando el Señor Diego murió, y a los pocos días empezaron a percibir un olor a desagüe que emanaba de los principales bancos del mundo, pudieron comprenderlo todo.

24 comentarios:

wílliam venegas segura dijo...

Interesante el cuento, el un rey Midas por el trasero. Siento que se alarga mucho en reflexiones del cagador o cagante antes de establecer un clìmax narrativo y antes de su final, donde el texto vuelve a tener originalidad y fuerza. Saludos.

Anónimo dijo...

TIENES TODA LA RAZON LOS GRANDES DUEÑOS DEL MUNDO NO SON AQULLOS ERUDITOS HOPMBRES SI NO SOLO AQULLOS Q CON UN POCO DE ASTUCIA LOGRARON OBTENER TODO LO Q DESEARON.

Ivysour dijo...

Excelente cuento. De aquellos está lleno el mundo. Y de mierda también, sólo que no es de oro, sino mierda pura.
Saludos.

gabriel revelo dijo...

escatologico el cuento... pero brillante. me hizo reir unas cuatro veces y reflexionar unas 10...

de verdad, aunque nos cueste aceptarlo el mundo siempre ha estado en manos de quienes más tienen, sin importar si estos obtuvieron su dinero de una 'cagada' (en méxico, usamos el termino para la suerte inesperada).

en tiempos de clonación deberiamos de haber clonado ese trasero y realizar transplantes ¡¡¡yo quiero uno!!!
mmmmm error, sólo podría aspirar a esa operación si tuviera mucho dinero...

diablos! como cuesta ser rico...

Esther dijo...

Un cuento muy bueno. El poder y el dinero, generalmente corrompen,generan vicios y demás.Y así es como hacen los gobernantes y gente de poder, manipulan al pueblo o lo intentan porque así, conseguir lo que quieran es más fácil. Ponen máscaras y caretas, disfrazando una realidad, para intentar que nosotros nos fijemos en esas caretas y máscaras y no en lo que se esconde realmente detrás de ellas. Sí, de ésto y de mierda está lleno el mundo... ...hoy en día es una realidad frecuente, por desgracia.

Un saludito.

Eduardo Eneque dijo...

Por dios, el hombre que dominaba al mundo por su caca, vaya retorica, vaya verdad...

stephanita dijo...

Una lectura que me divirtió y me hizo reflexionar...para llegar a la eterna conclusión: LOS RICOS SON UNOS CAGONES!
Saludos desde Ecuador...

Ricardo Calderón Inca dijo...

"el país que tanto lo amó”
Hey cojudo no seas malo con el pobre Señor Diego, su pais era una mierda por eso emanaba de su culo la basura que no le servia.
Oye pero el fenecimiento de Diego llevó consigo quebrantamiento de la fantasia hecho oro. su mierda se pudrio.
Me gusto, escribe más ps hermano

la dueña dijo...

no se como haces pero que capacidad tienes de que leo tus escritos y me quedo el dia en reflexion ,, gracias por regalrme palabras y usarlas de lo que me queda del resto del dia creo que esto siempre te dire.

un beso .

Anónimo dijo...

Diana blog

http://diarios-intimos.blogspot.com/

† Gidhe † dijo...

Que puedo decir, esa historia podría describir la vida llena de prosperidad del más rico empresario mexicano, y según los datos que presenta esta web http://www.elmundo.es/mundodinero/2005/03/11/economia/1110510051.html y muchas más es el 4° hombre más rico del planeta... Claro que no debo olvidar que es el dueño de una de las compañias de telefonía más grandes de América... Buena historia, mas bien, gran crítica a los hombres con dinero y poder.

† Gidhe † dijo...

Esta es la lista de los 10 hombres m�s ricos del mundo en el 2007, seg�n Forbes y seg�n veo, debe de haber muchos Diegos (jeje)

1.- Bill Gates 56.000 millones de d�lares (+) Estados Unidos

2.- CARLOS SLIM Hel� 53.000 millones de d�lares (+) M�xico

3.- Warren Buffett 52.000 millones de d�lares (+) Estados Unidos

4.- Ingvar Kamprad & familia 33.000 millones (+) Suecia

5.- Lakshmi Mittal 32.000 millones de d�lares (+) India

6.- Sheldon Adelson 26.500 millones de d�lares (+) Estados Unidos

7.- Bernard Arnault 26.000 millones de d�lares (+) Francia

8.- Amancio Ortega 24.000 millones de d�lares (+) Espa�a

9.- Li Ka-shing 23.000 millones de d�lares (+) Hong Kong

10.- David Thomson & familia 22.000 millones de d�lares (nuevo) Canad�

giovanna dijo...

cuantos llegamos a ser asi .
re buena la historia.

Murasaki dijo...

disfruté mucho leyendo este cuento...muy bueno

Esther dijo...

Te dejé deberes en mi blog. A ver si te animas :)

http://bla-esther.blogspot.com/2007/07/meme-sobre-blogolandia.html

Saluditos.

Karen dijo...

lindo cuento, aunque habia partes en las que me perdia x_x

lei un post anterior que se llamaba MIEDO, llego a mi pobre corazon antologicamente universitario u_u ( corazon frustrado creo?) bueno, me encanto...

besitos!

Dinorider d'Andoandor dijo...

asu! qué tal cuento!

pero viendo más allá de las palabras así es

__
ya que publicas tus cuentos en línea te sugiero consideres esto... por si aca.

Anónimo dijo...

ME GUSTO EL CUENTO POR LO ORIGINAL. A MI NO SE ME HUBIERA OCURRIDO UN TEMA COMO ESTE.
EL FINAL FUE LO MEJOR, SIEMPRE INESPERADO. SORPRENDENTE.
SALUDOS DESDE NEW YORK.
ERICK.

Amarisha dijo...

heeeeey ameee el cuento si!! al principio me dio un poco de asco la descripcion de la primera parte xke estaba comiendo :$ entonces con lo askienta ke soy dije bah! leo otro dia pero pudo mas mi curiosidad jojo asi ke puxa de pronto ia sentia ke io era DIEGO XD xke estoy kgada U_U hahaha y pensar ke todos vivimos en esta mierda de mundo(mundo de mierda) o bueno con gente de mierda o no se algo asi ja!
en fin me gustó mucho.

un bsote !!
muaaah!!

Jorge Atarama dijo...

Un rey midas anal, muy bueno, me recordó al famoso chiste donde todos quieren ser el jefe del cuerpo humano y que al final el culo al no querer botar nada, el cuerpo se pone mal casi a punto de podrirse y sin que les quedara otra le dan la jefatura al culo, desde allí se dice que los jefes son una mierda. Divertido y reflexivo.

Anónimo dijo...

La analogía del desperdicio humano con la la angustia y la depresión del humano me encantó. El oro y las riquezas no son más q eso ... "la mierda" del mundo q lastimosamente es lo q da poder, en un mundo lleno de injusticias y desigualdades.
Un abrazo Gonzalo buen cuento.

M. dijo...

Gracias por pasar, te respondi en mi blog.



Buen cuento!


Saludos.

Diego dijo...

Que tal! pues si ya no e estado escribiendo hace tiempo, esque el cole me tiene bien ocupado. Respecto a tu cuento la mierda siempre va a hacer mierda. Y mira que bien te estas haciendo conocido ah!

Mery dijo...

yo trataba de concentrarme en tu escrito, pero se me hizo ají la boca.