MASITA
A la masita, aunque más parecía ameba, muchos la llamaron pollo. La misma que fue creciendo, primero verde en el fondo, para terminar cubriéndolo todo ¿Y cómo se ganaron? Porque aquella niña, al sentarse a orinar, a mitad de madrugada, sintió cómo una viscosidad ardiente le rozaba las nalgas, por poco y le destruía su todavía virginal órgano reproductor (aunque un amigo cariñoso de su hermana mayor lo haría con mucha lujuria en un par de meses) quemándolo y dejándolo chamuscado como sí hizo con la hermana, muy de mañana cuando se metió a la ducha sin percatarse que la masita, ameba o pollo que había crecido ya se estaba expandiendo por todo el desagüe y las cañerías aledañas.
15 comentarios:
No se si es coreco sentir miedo, creo que te dirán que está genial, pero Gonzalo, da miedo.
Tal vez en eso consista la genialidad...
oe, tas lokazo, segurito lo escribio Pink Tony
me quemaste
un poco de asquete si que dio
i see them everywhere
No sé xq me siento identificado (JAJAJAJJAJAJAJAJAJJAJA)
TAMARE aun no llego a este...
no´sé quie chuchas teovoiy a poner q`poer qienop etniet nie ira de lobuq ehabus escirtp, lo quyens si kupuedo es duqe ya noiue eycntuento lo que an ren la realidas pude sier. Osea, que sigo leyendo al revés.
wakala, Gonza!
agradable
agradable
Noooooooooooo!!!!
ay!!! que fuerte gonzalo, tuve que leerlo varias veces.
ah ...
aun sigo
en stado de coma..
xDD!
buenazaa profe!
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