Rony Vásquez Guevara debe ser, sino el único, el más entusiasta investigador sobre minificción a nivel nacional. Ello se demuestra con creces al revisar su revista Plesiosaurio o su reciente publicación "Circo de pulgas" (Micrópolis, 2012), donde indaga sobre las raíces del género en nuestro país desde mucho antes que se acuñara término alguno.
En aquella suerte de tesis desfilan, como precursores de la minificción, nombres capitales para las letras peruanas como Ricardo Palma y Manuel González Prada, hasta llegar a un autor del que podría decirse con justicia "se recontradelantó tanto que ni lo viero pasar"; refiriéndonos a César Vallejo y su brillante libro de pensamientos "Contra el secreto profesional", publicado lamentablemente de manera póstuma en 1973.
En este sentido, y teniendo como paradigma la obra de nuestro universal vate santiaguino, es que Rony se animó a realizar una antología del microcuento liberteño titulada "En pocas palabras" (Orem, 2012).
En el libro desfilan, además, Isaac Goldemberg, Ángel Gavidia, Saniel Lozano, Gerson Ramirez, entre los autores de generaciones más antiguas; junto a representantes un poco más contemporáneos como Wálter Toscano, Alberto Zelada, Ricardo Calderón Inca y quien escribe.
La selección es abierta con tres "micro narraciones" de Vallejo, de las cuales me quedo con la siguiente:
"Conozco a un hombre que dormía con sus brazos. Un día se los amputaron y quedó despierto para siempre".
No sé si Vallejo tenía idea de lo que estaba escribiendo. Tampoco si Monterroso lo haya leído. Quizás no, pero ¿quién sabe? No obstante, el guatemalteco siempre será una presencia imprescindible para hablar de microficción a escala mundial y por ello es citado en la siguiente página por Isaac Goldemberg en "La Odisea":
"Todos los sobrevivientes de la guerra ya habían arribado a sus hogares y el dinosaurio todavía estaba allí".
Brillante, pero si de tributos hablamos Alberto Zelada demuestra su dominio de la ficción breve con su "Homeopatía para Gabo".
En tanto que Gerson Ramírez describe con frialdad lo que podría ser una triste anécdota de campo en "Lo pequeño y lo grande".
Y Walter Toscano cierra la antología con tres microficciones inéditas, de las que "Sin título I" seguro que espantará a los y las cucufatas.
No puedo dejar de mencionar a Ricardo Calderón Inca y su eterno "Sopa de letras", microrrelato cargado de amistad que rememora épocas un tanto más inocentes.
En cuanto a mí persona "Engrapador", "Carroza" y "Lavadora" son las "Mishky Stories" elegidas por Rony, quien en marzo de este año tuvo la deferencia de acompañarme con sus elogiosos comentarios durante la presentación en la I Feria Internacional del Libro de Trujillo.
"En pocas palabras" es una fina muestra en formato de bolsillo de lo que en la actualidad se ha convertido en un género muy fecundo entre nuestros autores liberteños, debido en gran parte a la práctica involuntaria brindada por las redes sociales.
"En pocas palabras" es una fina muestra en formato de bolsillo de lo que en la actualidad se ha convertido en un género muy fecundo entre nuestros autores liberteños, debido en gran parte a la práctica involuntaria brindada por las redes sociales.
Para culminar me sorprendió la ausencia del gran Jorge Díaz Herrera, cuyo libro "Alforja de ciego" debe contener la muestra de ficciones breves más importante del Perú, y que al no haber nacido en tierras liberteñas (Celendín, 1941) quedó excluído de esta antología, pese a que él mismo se considera con justicia trujillano (llegó a los meses de nacido).
1 comentario:
jaja bien
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